domingo, 20 de marzo de 2016

Semana santa electoral

Ya estoy de vuelta. Pensaba volver para hacer la segunda parte de Navidad electoral pero viendo lo visto, me pongo al lío, porque parece que esto va para largo. Sí, ya ha quedado demostrado que es mejor no celebrar las elecciones en Navidad porque son un auténtico fracaso.


Teníamos miedo y no sabíamos si hablar de política o no en la cena de navidad, porque nuestro cuñado no vota lo mismo que nosotros, y nos hemos plantado en la comida del día del padre con la misma duda.


Lo único que creímos que era bueno, que era poder pedirle a los Reyes o a Papá Noel lo que queríamos, a algunos en vez de ayudarnos nos ha obligado a dejar de creer. O quizás deberíamos creer más que nunca, porque si le pedimos que nos trajeran lo mejor para el país teniendo en cuenta la clase política que tenemos, puede que nos lo hayan concedido, y por eso funcionamos sin gobierno.


La navidad era época de notas y todos habían prometido mejorar pero hemos llegado a las notas de Semana Santa y el panorama sigue más o menos igual. Menuda clase… El profe que en este caso es el Rey, o ciudadano Borbón o Felipe, que es el mote que le han puesto algunos, no para de reunirse con los padres para ver si esto se arregla, pero no hay manera.


Para esta llegada de notas los padres de Mariano están desesperados, pues parece que está en plan rebelde y no quiere ni presentarse al examen. Pablo Iglesias es el típico alumno que no interesa tener en tu misma clase, porque suspende o tiene una nota regulera y va a la revisión diciendo qué nota debe tener Pedro Sánchez y cómo tiene que hacer su trabajo, Por lo que Pedro tiene que hablar con él seriamente y decirle “métete en lo tuyo, ¿vale?” Por su parte, Pedro es el típico alumno que siempre se confía y  todo le parece super fácil, según él está chupado y todo saldrá sin problemas, pero en el examen nada de nada. Alberto Garzón se esfuerza mucho, es de los favoritos de los profes pero a su esfuerzo no le saca mucho rédito. Me da a mí que estos no se van juntos ni de viaje de estudios.


Y ha llegado la Semana Santa, que tiene más parecidos con las elecciones de lo que nos creemos, y es que como ocurre con la Semana Santa, la política si te gusta disfrutas muchísimo pero si no te gusta se te hace muy pesada. Es muy posible que lleves votando toda la vida a los mismos tal y como ocurre cuando llega la Semana Santa y ves siempre las mismas imágenes porque eres muy devota de ellas. Incluso si eres cofrade diferencias entre ver el recorrido del Lunes Santo, porque eres más del Cautivo o Estudiantes que el del Jueves Santo porque eres más de la virgen de la Esperanza. Muy probablemente estas preferencias te vienen de familia, al igual que ocurre con las preferencias políticas. Luego tenemos las pequeñas cofradías de barrio que poco a poco van cogiendo fuerza hasta llegar al recorrido oficial y digo yo: ¿No ocurre lo mismo con los partidos políticos?

Sonia


Si no eres cofrade utilizas los días de fiestas para hacer otras cosas y le dices a los cofrades que todas las procesiones te parecen iguales y que vista una, vistas todas… Cuando no te gusta la política dedicas el domingo de elecciones a otras cosas, no votas, y le dices a la gente que sí lo hace “yo paso, todos son iguales; escuchado uno escuchados todos”.
Y por último la mayor de las similitudes. Cuando pillas las vacaciones de Semana Santa te dices a ti mismo que tendrás tiempo para hacer todas esas tareas pendientes aprovechando los días festivos. Te lo has prometido, pero de lo prometido nada de nada, al igual que le ocurre a nuestros políticos... De lo prometido, nada.


Esta entrada se la dedico a todos los cofrades que puedan leerla, porque yo no lo soy mucho, supongo que por tradición familiar, y siendo malagueña, donde esta semana se vive con mucha pasión, puede que haya dicho alguna barbaridad o haya molestado a alguien. Tengo que decir que no es mi intención. Solo trato de afrontar la vida con el mayor humor posible.

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