sábado, 25 de octubre de 2014

Doble alegría y doble gasto

Es la segunda vez que abordo este tema. pero lo cierto es que da para mucho, Además en mi defensa tengo que decir que si un tema tiene que ser doble, por definición debería ser este, y casi nadie pone de su parte para que escriba, dándome ideas sobre temas nuevos. Estoy empezando a pensar que no quereis que lo haga...


Si no sabéis de lo que hablo leed “Cosas que le pasan a los hermanos gemelos”. Viendo que mi hermana no se anima a escribir su contrapartida con sus aventuritas de gemelas lo hago yo, pues hay historias para aburrir.


Una cosas tan simple como ir a la pelu puede cambiar mucho si tienes una hermana gemela. LLamas para pedir una cita con el peluquero:
-Peluquería José, ¿dígame?
-Hola, era para pedirte cita para que me pelaras.
-Pero si tú acabas de llamarme y te he dado cita.
-¿Seguro?¿Tú sabes con cuál de las 2 estás hablando?


A vosotros esto os parecerá que no tiene importancia pero antes de decirle a tu peluquero “ponme el flequillo como la última vez”, tienes que asegurarte que sabe con quien habla porque una vez que meta la tijera o eche el tinte, ya no tiene marcha atrás... Y cuando llegues a casa con el peinado de tu hermana, ella querrá matarte.


Así que el día y hora fijados vas a la peluquería y al entrar escuchas la siguiente conversación entre el peluquero y su ayudante:
-Que la que viene es Amanda.
- Que no, que es Cecilia, si lo tengo apuntado en la agenda.
Así que tú los interrumpes y dices:
- Hola.
Ellos se vuelven y sin decirte ni hola te preguntan al unísono:
-¿Tú quién eres?
Puede ocurrir un episodio parecido con la ropa. Os pongo en situación, recuerdas toda tu infancia con la misma ropa que tu hermana, a lo más que aspirabas en aquel entonces era que mamá comprará la prenda que fuese en dos colores, lo que la mayoría de los casos, supone una bronca para quién se pone el verde  y quién el azul.... Aunque esto puede ocurrir con muchos otros objetos. Recuerdo un día que mi madre nos compró un maletín que venía con un termo y una tacita,  uno era verde y otro azul así que tuvimos un “debate” sublime sobre quién se quedaba con cual… Hasta que mi madre me vio flaquear, y vio que yo empezaba a cansarme -mi hermana para esto era mucho más persistente- y me convenció para que la dejará elegir a ella, y así lo hicimos. Nos ponemos a jugar las 2 con los 2 termos, no sé para qué tanta elección. De pronto mi hermana interrumpe el juego y arranca a llorar. Todo el mundo se preocupa y le preguntan qué le pasa, a lo que ella responde:
-El de ella es más bonito.
Mi madre evitó que yo la matara a termazos...


Pero volvamos a la ropa. Los hermanos gemelos estamos condenados a compartir y a llevar la misma ropa gran parte de nuestra infancia, hasta que crees haber encontrado la solución. Que es la siguiente fase, en la que la ropa la compra mamá, pero en vez de comprar 2 camisetas iguales, compras 2 distintas. Tú piensas que tienes el doble de ropa, pero no es completamente como habías imaginado, porque hay peleas sobre qué te pones tú y qué se pone ella o ibas a ponerte algo pero no está limpio porque se lo ha puesto tu hermana.


Entonces pasamos a la siguiente fase, en la que mamá nos adjudica un presupuesto negociable a cada una antes de salir de compras. Así que conforme el presupuesto se va recortando nos vamos aliando de nuevo  para no tener que decidir entre una prenda y otra cuando podemos llevarnos las 2. Esta técnica la usábamos también con los catálogos de juguetes para los reyes. Sí teníamos que escoger uno por qué decidir entre 2 que nos gustaban mucho, pedimos uno cada una y listo, íbamos a jugar juntas….


Hasta que al fin llegamos a la última fase a la espera de que puedan conocerse otras...que consiste en que cada una se costea sus prendas pero se prestan siempre y cuando su propietaria no se la vaya a poner ese día. Esta es mi favorita, quizás sea porque yo uso mucho su ropa y ella la mía, solo a veces. Pero hay que tener cuidado igual que en la pelu, porque si vais por separado a las rebajas y vuelves a casa con una prenda idéntica a la que compró tu hermana el día antes, es una tragedia ya que llevas toda la vida quejándote de ir igual que tu hermana.



Pero qué pasa con los padres de los gemelos, alguien tiene que mencionarlos, porque no solo es “doble alegría y doble gasto” porque mi padre siempre tenía que trabajar el doble para sacar la misma nota. Seamos sinceros, ya somos mayorcitos, hay ciertos trabajos de clase en los que nuestros padres nos “ayudaban”. Eran esos tipos de trabajos en los que tú te pasabas todo el trimestre en clase recortando con la segueta un chapón para construir un molino de madera que fuera capaz de moverse, o las bombillas que se encienden y que tu padre hacía la noche antes de entregarlo -porque eso no es para niños-. Así que a papá y a mamá no lo les quedaba más remedio que trabajar en equipo. Cuando mi hermano se hizo un poco más mayor solía ayudar a mi padre con los trabajos manuales para que él le ayudará con declinaciones de latín. Lo que provocaba que mi hermana y yo nos ”picáramos” para que nos ayudara papá a no ser que se tratase de acabar el libro de dibujo o de plásticas como la llamábamos entonces, que preferíamos que nos ayudara nuestro hermano y no papá. Mi madre siempre le decía:
-Niño no lo hagas tan bien que se va a notar que no lo ha hecho la niña.
Lo que frustraba al artista y decía:
-¡Pero si lo estoy haciendo fatal para que no se note!
Mientras yo miro el dibujo y pienso yo no hago eso así ni aunque me tirase todo el curso solo con ese dibujo. Si no me crees en “Que no te cuenten cuentos” podrás comprobarlo.


Recuerdo una vez que tuvimos que construir un instrumento para música -repito, esos trabajos no eran para niños- e hicimos unas (y digo unas porque fueron dos) especies de panderetas y cuando la profe las vio dijo:
-Decidle a vuestro padre que tiene 2 sobresalientes.
Aún las saca por navidad.


Te haces mayor y comprendes que la formación y los idiomas son muy importantes, así que tu hermana y tú os apuntáis a una academia de Inglés con profes nativos. Pero como mi hermana tiene más nivel que yo vamos en grupos y profes distintos. Así que cuando iba a clase temía encontrarme con el profe de mi hermana en el ascensor porque no se enteraba de que éramos 2 y empezaba a hablar y yo no lo entendía, y yo trataba de hablar lo que podía en inglés… sudaba menos subiendo por las escaleras.



Si algo tiene de bueno tener una hermana gemela es que te permite conocer a mucha gente. Cuando somos pequeños tenemos el mismo entorno, la misma clase, los mismos vecinos, pero más adelante cada una estudia, trabaja y se relaciona con gente diferente. Lo que te permite conocer gente nueva después de una criba previa de tu hermana. A mí me encanta adueñarme de los buenos amigos de mi hermana, soy una auténtica experta. Pero para ello tienes que pasar por el momento de las presentaciones. Que irá de la siguiente manera:


Mi hermana ha quedado para salir con unos amigos del trabajo y al llegar hacemos las presentaciones de los que ya están en el sitio de encuentro,  pero aún faltan por llegar, así que nos sentamos a esperar….  La primera que aparece se ríe al acercarse a nosotros y me besa la primera y dice:
-Hola, ¿tú eres Ceci? Yo soy Fulanita. De lejos creí que eras ella y ya cuando os he visto a las 2 .
La siguiente en llegar comienza a besar por una esquina para acabar por la otra y cuando llega mi turno la beso y digo:
-Soy Cecilia.
Lo que hace que la muchacha pegue un saltito de sorpresa y retroceda para ver mi cara.
-Ay que no me había ni fijado y me creí que eras Amanda. Soy Menganita.


Acabadas las presentaciones y pasado un tiempo que no suele ser muy largo porque yo no puedo estar sin hablar mucho tiempo, intervengo por primera vez y da igual que diga la cosa más seria y triste del mundo que provocará la risa de todos y dirán:
-!Hablan igual!
-¡A que sí!, y os movéis igual..jajaja
Recuerdo que un día llevé a unas compis de la universidad a casa para hacer un trabajo y mi hermana no estaba en casa, por lo que no se las presenté y nos pusimos con el trabajo en la mesa del comedor. Al poco rato mi hermana llegó a casa pero se quedó en la cocina hablando con mi madre. Así que estábamos hablando las cuatro sobre el trabajo y una de ellas dijo:
-Callaos un momento.
Todas nos callamos, y pudieron oírse las voces de mi madre y mi hermana, a lo que una  compañera preguntó:
-¿No es como si Ceci estuviese aquí y allí a la vez?
A lo que las demás respondieron a la vez:
-Siií, jajaja


Esta entrada se la dedico a mis padres, porque a mi hermana ya le dediqué la anterior sobre gemelos y además tengo que darle las gracias a mi padre por ser padre doble y no compartido, ya que las hermanas ya compartimos el resto.

Y a mi madre le tengo que decir dos cosas: la primera que gracias por tener esa paciencia infinita y la segunda es que quiero preguntarte: ¿Dónde está ese termo?

2 comentarios:

  1. brujitamoira@gmail.com25 de octubre de 2014, 14:20

    Jajajajjajaja......me encantas Ceci!!!y me alegro ser unos de esos amigos de los que te adueñas poco a poco.....no dejes esto nunca!!!!

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