lunes, 1 de julio de 2013

Cosas que le pasan a los hermanos gemelos



Como la mayoría de vosotros ya sabéis tengo una hermana gemela y esta vez quiero hablaros de esto. Antes de comenzar quiero aclararos que aunque contado con humor, todo es cierto.
Mi hermana se llama Amanda, venga ¿os habéis situado?¿sabéis quién es quién? os dejo unos segundos….



Para los hermanos gemelos el mundo se divide en 2 grandes grupos, los que nos distinguen y los que no, dentro del segundo hay un subgrupo reducido pero digno de mención que cuando se entera de que tienes una hermana gemela –insisto, es verídico– te pregunta:


- ¿Tu hermana cuando cumple?

A ti se te queda cara de tonta y respondes:

-  El mismo día, somos gemelas…

La otra persona se da cuenta de la tontería que acaba de decir y se ríe (sonrisa incómoda).

La conversación suele continuar con estas preguntas:

Qué guay, ¿no?, ¿Cómo es eso de tener una hermana gemela? Tú contestas que no lo sabes mientras sonríes y te gustaría preguntar ¿Cómo es vivir sin una hermana gemela? Y continúa preguntando: ¿te entran ganas de ir al baño a la vez que tu hermana? Y tú contestas que no mientras piensas ¿Qué pasa nunca te entran ganas de ir al baño a la misma hora que otro miembro de tu familia? Y por supuesto, la pregunta estrella: ¿os ha gustado alguna vez el mismo chico?

Durante el transcurso de esta conversación te sientes como un artista de promoción que responde una y otra vez a las mismas preguntas, seguro que no lo habéis pensado de esa forma, pero no os preocupéis que como digo, este grupo es bastante reducido.

Esta persona suele tardar bastante en distinguirte y cuando lo hace dice: yo no entiendo como no os distinguen si no os parecéis.

Veréis, me explico, de primeras la gente suele confundirnos y más adelante dice que somos realmente muy distintas.

Una cosa que también nos pasa a los hermanos gemelos que no habéis experimentado los demás es tener fotos de cuando eras muy pequeña y no ser capaz ni tú mismo de decir quién es quién. Te ves mirando la foto y le dices a tu hermana:

Esta eres tú ¿no ves que tiene tu nariz? 

     Y ella contesta:

No, ¿no ves que tiene tu barbilla?

Es verdad…

Y dudas, pero no pasa nada, llamas a mamá, ella siempre nos distingue.

Pero el tema de las fotos abre un mundo de historias que contar como la de todas las personas que entran en tu casa sin saber que hay un par de gemelas en casa y cuando ven la foto de comunión, que tu madre tiene en la entrada, pica en el jueguecito del fotógrafo de ponemos una frente a la otra y dice: ¡No se nota el espejo! aun llevando vestidos distintos.

Os pongo en situación: estás viendo fotos recién reveladas con tu hermana y ves que tu hermana sale rematadamente mal en una de ellas, te dejas caer en el sofá riéndote a carcajadas y se te llena la boca diciendo: ¡Qué fea! Y Ella te dice: ¡Pero si eres tú! Vuelves a coger la foto, la miras con atención y eres tú. Ya no hay marcha atrás y tienes que reconocer que sales muy fea y ahora la que se ríe a carcajadas es Amanda. Esto solo me pasó una vez, pero a mi hermana le encanta recordarlo.

 Al igual que a mí me encanta recordar el día que siendo muy pequeñas mis padres y mis tíos decidieron organizar una reunión con amigos y familiares en nuestra casa de campo y a la hora de comer vamos todos a una venta que hay en el pueblo, pero como somos muchos tenemos que ir en varios coches. A la vuelta voy a ponerme de nuevo el biquini para bañarme y me dice mi madre que la ayude a buscar a mi hermana que no la encuentra.

Salgo de la casa, la rodeo entera y a la primera persona que me encuentro le pregunto: ¿has visto a Amanda? Y me contesta: sí, la he visto antes. Y continúo mi búsqueda.

Después de darle vueltas a la parcela completa y otras cuantas a la casa me vuelvo a cruzar con mi madre que me dice: Aquí pasa algo raro, vete al porche de atrás.

Cuando estamos todos reunidos en el mismo lugar menos mi hermana, mi madre dice: Nos hemos dejado a Amanda en el bar. Pero los demás lo niegan y le dicen que no se preocupe que ellos la han visto. Así que mi madre interroga uno a uno sobre dónde y cuándo la han visto, conmigo delante claro, y llegamos a la conclusión de que todas aquellas personas que decían haberla visto en realidad me habían visto a mí.

Mi hermana había entrado al baño de la venta justo en el momento que nos subimos a los coches, claro está, cada uno en uno distinto al de su padre y su madre, porque todos sabemos que ir con los titos es mucho más divertido. De ahí que mi madre no echara en falta a su hija.

Cuando tu padre se sube en el coche para ir en busca de la hija que le falta te callas porque sabes que ese no es el momento adecuado pero piensas: Mamá, eso te pasa por ponernos la misma ropa.

Todos aquellos que no tenéis hermanos gemelos nunca oiréis vuestra propia voz en un video sin que salgáis en la imagen con dudas sobre quién de las dos habla.

La gente no jurará haberte visto conducir el coche de tu hermana, ni estaréis esperando el bus cuando pasa alguien en una moto y te grita el nombre de tu hermana mientras pita y sin pararse mira hacia atrás esperando que tú le saludes, pero claro, tú no reaccionas y él vuelve a repetir la misma acción, hasta que tú decides saludarle con el brazo para que se quede tranquilo y no se la pegue. Hoy día sigo sin saber quién es.

Mi hermana decide ir al gimnasio pero para empezar utiliza un chándal mío para no tener que comprarse uno, por aquello de que se acabará quitando. Total, que el segundo día y penúltimo que ella iría, vamos juntas. Cuando estoy tirada en el suelo haciendo abdominales rodeada de hombres que se depilan más que yo se me acerca uno de ellos y me dice: Yo pensaba que tú eras una chica muy rara porque a veces me saludabas y otras no y ahora acabo de entenderlo.

Ese mismo día también supe que un muchacho con el que hablaba mientras montamos en la cinta o en la bici, era compañero del instituto de mi hermana y él creía que estaba hablado con ella, hasta que nos vio juntas.

Pero no todo es desventajas, también están las ventajas. Os pongo en situación: mi hermana trabajaba como cajera en una tienda de ropa, y mientras estaba trabajando vio una cosa muy chula que no podía probarse en horas de trabajo pero que temía que se agotase y me llamó a mí para que fuese a probármela. Así pues, allí me planté yo, y cuando fue a entrar en el probador la chica que atiende en él me pregunta:

- ¿Tú qué haces sin uniforme?

Y yo digo:

- No soy Amanda, soy su hermana gemela.

Y paso a probarme un vestido. Pasados unos minutos la chica me pregunta:

Niña, ¿qué tal el vestido?

Yo contesto:

Creo que necesito una talla más.

La chica dice a ver que te vea y entra en el probador sin ningún tipo de miramientos mientras yo estoy en ropa interior, pero me da mucha vergüenza y no le digo nada. En eso se oye la voz de mi hermana que pregunta:

¿Está por aquí mi hermana?

La chica al oír la voz de mi hermana me mira a la cara y se pone roja como un tomate y sale diciendo:

¡Que son dos! ¡Y yo que me creí que era broma! ¡Qué vergüenza!

Pero aún queda lo que más os gusta a todos y por lo que todos preguntáis: los profes. ¿Que si nos distinguían? ¿Que si les dimos cambiazo alguna vez? Es bastante complicado ya que si lo piensas bien, es alguien que te ve todos los días y acaba conociéndote bastante bien.

Recuerdo un profesor de primero de la ESO. A las pocas semanas de comenzar el curso preguntó: ¿Quién de las dos es la mayor? Porque según él, no nos parecíamos lo suficiente.

Cuando yo le conteste que éramos gemelas se pensó que le estábamos vacilando, lo que provocó las risas de mis compañeros. Después de bastante rato sin convencerse de que éramos gemelas., entre las carcajadas de mis compañeros, me gritó:

 ¿Que me estáis vacilando? Id ahora mismo al despacho del director o estáis suspensas en dibujo hasta final de curso.

No me preocupó ya que nunca aprobaba dibujo a la primera, pero como en aquel entonces dábamos clase en un edificio ajeno al instituto, le dije:

Si quieres ir al despachado del director ve tú

Al día siguiente vino muy suave y nunca volvió a hablar del tema. Se ve que habló él con el director.

Esta entrada como no puede ser de otra manera va dedicada a mi hermana Amanda. Ella también podía contaros unas cuantas historias.

7 comentarios:

  1. Este es de los buenos. Había un par de anécdotas que no conocía.

    ResponderEliminar
  2. Jajajajajja!!!!me encantan todas vuestras historiaaass!!!aunque te faltan muchas mas!!!!cada dia te superas ceci.....os quierooooo!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también, pero si lo que esperas que te de una copia de la foto, ya te digo que no

      Eliminar
  3. Ceci, todos sabemos que falta la historia más importante, la de aquel día que Amanda quedó con Natalia y no te dijo nada... :P

    ResponderEliminar
  4. Por cierto Amanda es la de la izquierda y por tanto Cecilia la de la derecha. Pero esto es solo para los profesionales no lo intentéis en casa.

    ResponderEliminar
  5. Respuestas
    1. No sé exactamente a que te refieres,pero de todas formas gracias por detenerte a leerlo.

      Eliminar