jueves, 31 de diciembre de 2015

Navidad electoral

Dicen que es la primera vez en la historia de la democracia que las elecciones estaban tan cerca de la Nochebuena. Esto me ha hecho pensar que si nunca se habían hecho en estas fechas por algo sería.


No lo digo solo por lo que todos hemos pensado: ¿Hablamos de política? Porque mi cuñado no vota lo mismo que yo, ¿mejor no tocamos el tema? Sino también por las siguientes preguntas: ¿Es motivo justificado la ausencia en la mesa electoral si aún no has escrito tu carta a  Papá Noel y ese domingo está todo abierto? ¿o si eres de los que pone el Belén a última hora y todavía lo tienes pendiente? ¿Aquel famoso voto nulo con la rodaja de chorizo será lomo embuchado por ser Navidad?


Pero también tiene sus cosas buenas. La cosa ha quedado tan apretada que probablemente haya que repetir las elecciones y puedes hacer como con los regalos de navidad, si Papá Noel no te trae lo que querías lo intentas para Reyes.


Belén de Paco Vega Lozano y fotografía de Paco Vega Sepúlveda





Por cierto, aprovechando esta coincidencia de las elecciones y la Navidad me gustaría trasladar la siguiente pregunta a nuestros políticos: Si nosotros podemos ponernos de acuerdo, incluso con la familia política, de quién le pide qué en su carta a los Reyes para nuestros pequeños de la familia, para que no se repitan regalos y nadie pida nada inadecuado y todo ello sin que nuestros pequeños se den cuenta, ¿por qué vosotros no sois capaces de formar un gobierno por muy apretada que haya quedado la cosa? ¿De verdad creéis que formar gobierno es más difícil?


Pero la navidad es para todos y no debemos olvidarnos de los estudiantes porque también es época de notas. Imaginaros la situación:


Los padres de Mariano no están muy contentos ya que este ha bajado sus notas, él se defiende diciendo que sigue siendo el mejor de la clase, pero claro, eso para sus padres no es excusa. A Pedro Sánchez le han quedado unas cuantas, pero sus padres están contentos porque esperaban algo peor, y él ha prometido mejorar en lo que queda de curso. Sus padres saben que desde aquella  discusión con Mariano no ha vuelto a ser el mismo. Pablo Iglesias, el chico de las melenas que apenas si se peina para ir al cole, con ese nombre tan de izquierda, que parecía que los profes confiaban en él pero de boquillas, pues al final no ha salido tan mal… Albert Ribera prometía, pues tiene muchas cosas en común con el primero de la clase, pero se ha confiado en las últimas pruebas y al final ha sacado peor nota de lo esperado. Los catalanes han sacado unas notazas para lo poco que han estudiado. Pero nunca dirán que han copiado o que la ley electoral tiene favoritos. Y por último. A ver cómo le explica Alberto Garzón a sus padres que él ha estudiado mucho pero que la ley electoral le tiene manía. Con lo republicano que es sus padres lo castigan con Reyes.


Sí, ya sé, si sale mal no se acaba el mundo, se repite y listo. Pero por mucho que repitas nadie se libra de hacer los libros de verano que te ha comprado mamá o de ir a la academia todo el verano. Al igual que nadie nos libra de una nueva campaña electoral.

Fotografía de Irene Falcón 

Esta entrada solo la puedo dedicar a aquellos que lo están pasando realmente mal, mientras los políticos son incapaces de gobernar sin pensar en ellos mismos.

viernes, 9 de octubre de 2015

¡Mas y Rajoy están liados!

Con este blog pretendo cumplir una función social, busco que la gente se divierta y se olvide un poco de sus problemas, y por ejemplo, de la actividad política, pero ya que la política últimamente parece un poco de risa, he decidido cumplir por este mes otra función social. Por eso quiero explicaros, tal y como yo veo, todo el tema del independentismo catalán.


Para mí es simplemente el inicio de una relación entre dos personas solteras. Pensaréis que estoy loca, pero cumple todas las condiciones para ello, y os lo voy a demostrar.


Al inicio los dos son felices, aunque vengan de un periodo anterior en el que no se hubiesen caído ni tan siquiera bien, y llegan a un acuerdo por el que siempre estarán juntos y nadie les separaría y, en el caso hipotético, y repito hipotético, se dicen aquello de nuestra amistad será mucho más fuerte y podremos seguir siendo amigos.Tal y como ocurrió cuando se firmó nuestra constitución.




En los primeros días todo va bien, de momento, pero ya surgen los primeros problemillas sobre qué nombres o etiquetas ponerles. Si te encuentras con conocidos o amigos ¿cómo debes presentarlo? ¿Como amigo, novio, pareja...? ¿Sois novios o solo amigos? Tal y como ocurre con el problema catalán, que si nación de naciones, nacionalidad, elecciones autonómicas, plebiscito, etc. Hasta este momento todo es llevadero. Hasta que uno usa una denominación y al otro no le gusta, y ya la hemos liado.


El verdadero problema surge cuando uno no quiere continuar con la relación, o lo que es peor, quiere modificarla y quedarse solo con lo que le gusta. En el caso de una relación sentimental es cuando uno de los dos quiere terminar la relación y al mismo tiempo continuar viéndose sin compromisos con la otra persona. Lo que ocurre es que esta situación a la otra parte no le gusta nada.


En ese caso el que quiere transformar la relación en otra cosa son los independentistas con Artur Mas a la cabeza, mientras que Rajoy quiere seguir tal y como hasta ahora. De momento se siguen viendo pero no podrá continuar la relación si uno de los dos no quiere, pero tampoco serán amigos con derecho a roce si uno de los dos no quiere. Lo habitual es que esta situación se alargue más en el tiempo porque la persona que quiere una relación se resiste a abandonar aunque no tiene lo que desea, tal y como ocurre entre Mas y Rajoy. Ya que Rajoy no quiere cambiar nada pero no encuentra soluciones para contentar a Mas.


Todos desde fuera de la relación vemos que esto así no puede continuar, y que tienen que sentarse a hablar y poner las cartas sobre la mesa. Pero ellos parecen no darse cuenta y se dedican a alargar una agonía, que solo provoca que cuando todo llegue a su final rompan aquella promesa muy hipotética -¿La recordáis?-. Sí, la de que siempre serían amigos.


Recordar que como en todas las relaciones, todos tenemos un pasado y todos tenemos algo que callar. Si Rajoy le hubiera dado un poco de libertad a Mas a lo mejor él no querría transformar la relación y si Mas le hubiera dado más confianza a Rajoy él no estaría así.


No penséis que no pueden estar juntos porque son muy diferentes, pues yo lo veo cortaditos por la misma tijera, y los dos nos explican a los demás lo mal que lo hace su antagonista. Pero ninguno quiere aceptar que ninguno de los dos está preparado para mantener una relación de importancia.


Os dije que tenía todos los factores de una relación amorosa, y como en toda relación amorosa van a hacer lo que a ellos les parezca sin hacer caso a la opinión de los demás,  aunque pueda parecer que les interesa lo que pensemos, pues nos preguntan nuestra opinión.


Espero que os haya servido de algo mi explicación, y que no me llaméis cotilla por deciros que Mas y Rajoy están liados.





jueves, 10 de septiembre de 2015

La red social malagueña

Es precisamente en el mes de septiembre cuando los malagueños celebramos el día de la Victoria, patrona de nuestra ciudad, y es por ello que después de hablaros la feria de Málaga, el acento andaluz y nuestra forma de hablar, y más concretamente de la de los malagueños,y también no hace mucho, sobre las redes sociales, esta vez me vino a la cabeza la idea de cómo sería una red social creada por y para malagueños. Después de darle una vuelta creo que sería así:

Cuando alguna publicación de nuestros contactos nos llamase la atención, no le daríamos a “favorito”, “ni a me gusta” sino que le daríamos a “Perita” y por supuesto si nos pareciese muy bueno, quizás querríamos que lo vieran el resto de nuestros contactos y entonces le daríamos a “Que rule”.

Pero no puedo dejar de hablar de los amigos: no serían ni amigos, ni seguidores, ni contactos; serían la peña, mi gente, la trupe… Y ¿Cómo sería esa petición de amistad?  Ya me la imagino:
Un boquerón quiere tu amistad y la respuesta a dicha solicitud tendría por supuesto 2 alternativas; Sí, es un máquina; sí, es apañado, es un monstruo. Algo así diría yo. Pero por el contrario, si no nos apetece ser su amigo sería más bien es un majara. Cuando tuviéramos gente en común saldrian en el apartado de boquerones que puede que conozcas.

Daniel Sancho en flickr


No se nos mencionaría en una publicación sino que nos saldría que alguien nos habría mentao. Y qué me decís del perfil, nunca aparecería el lugar donde trabajamos sino el sitio donde curramos. Al igual que nunca se nos diría que un amigo va a asistir a un evento sino más bien que nuestro amigo ha prometido que se llegará a ese lugar.

Para guardar la privacidad de nuestras conversaciones no utilizaríamos los mensajes privados, y el chat, sino que se llamaría algo así como el palique, la cháchara.

Por no hablar de los juegos esos cutres que hay en Face, pues en nuestra red social también tendríamos. Seguro que habría uno de cómo huir de la ola del melillero, la nueva sería de los niveles para viciados; alguno de pescar que se llamara el cenachero; o de cómo pasar una noche en la calle de la juventud de la feria y salir vivo de allí, este tendría mucha más acción. Pero el más popular sería el de tratar de salir en la tele sin que el mocito salga también.

Yo lo veo… Creo que el nombre sería la biznaga o algo así ¿Qué os parece?

viernes, 7 de agosto de 2015

La autoescuela



Muchos de vosotros sabéis que tengo el carnet de conducir, aunque nunca me hayáis visto conducir. Porque no he vuelto a conducir desde que me saqué el carnet. Así que desde aquí os digo a todos aquellos que aseguran haberme visto conducir un coche igualito al que conduce mi hermana, que no soy yo. Pero tranquilos que no es porque me lo haya sacado en una tómbola, como creen los padres de todo conductor, a juzgar por las indicaciones que hacen a sus hijos cuando están al volante: que si cambia de marcha, reduce, cámbiate ya de carril... Sabéis de lo que hablo, ¿verdad?

Me lo saqué en una autoescuela, como todos. Bueno, para ser sincera, no creo que fuera como todos, porque si a todos os pasó lo mismo no habría tanta gente con coche y esos grandes problemas de aparcamiento.




Aquel verano estaba más libre y decidí invertir mi tiempo y, porque no decirlo, mi dinero, en la autoescuela. El teórico pasó sin pena ni gloria, no tuve muchos problemas. Pronto acertaba todas las preguntas y aprobé a la primera. Era en una de esas autoescuelas  que se hacen las modernas, o por lo menos se lo hacían... que de esto ya hace 5 años, porque los test se hacían por ordenador, y resulta que los ordenadores son cualquier cosa menos modernos, porque en el tiempo que cargaba una pregunta te podías repasar dos temas.

Pero tuve que enfrentarme a otras de las muchas barreras a las que nos enfrentamos los minusválidos. Así que no solo tuve que buscar una autoescuela con coche adaptado o como podría llamarse cariñosamente, tuneado, sino que tuve que hacer dos exámenes médicos. Uno en principio le ve hasta su lógica, dado que la calidad  del examen médico que os hacen a los conductores ordinarios es patético. Y no os ofendáis si os llamo ordinarios, pues yo no me ofendo cuando decís que valgo menos y ni vosotros sois ordinarios ni yo valgo menos. Pero todo pierde su lógica, te enfrentas a un examen médico de poca calidad y luego a uno sin ninguna, dado que el segundo en lugar de ser más serio me sentaron en una silla de escritorio y me hicieron preguntas que podía haber respondido desde casa. Eso sí, no podía olvidar pasar por caja y tuve que esperar un mes y medio para examinarme.
Entre clases teóricas, sendos exámenes médicos, las clases prácticas obligatorias y más horas de autoescuelas que el profesor, casi no me quedó verano. Ya en la práctica la cosa fue muy distinta. La mayoría de los días me tocaba la clase de primera hora de la mañana, por lo que llegaba al coche antes que el profesor y el hombre que andaba en la explanada pidiendo el euro por cuidar el coche me pedía el dinero a mí, hasta que por fin comprendió que yo no trabajaba en la autoescuela y que no iba a pagarle un euro cada vez que fuera a clase, así que me hacía compañía hasta que llegaba el profesor y a él sí le sacaba el dinero.

Así, el primer día de clase le dije quién era mi profesor -por nombre, porque yo no lo conocía-. Pero el “gorrilla”, que es así como se llama a los aparcacoches en Andalucía, se conocía a todos los profesores y prácticamente nos presentó al llegar. Mi primera impresión no fue mala; era un hombre joven, con melenas y parecía agradable…. Así que pensé “vale Ceci, tienes que madrugar para venir a las clases, pero a lo mejor no está tan mal la historia”. El problema es que todo empieza a perder su encanto a pasos agigantados cuando a esas horas de la mañana me pone a Jiménez Losantos, que es la antítesis de mi ideología política. Después de varias mañanas oyendo aquello, una mañana me pone Fito y los Fitipaldis y recuerdo que me dijo “Con música conduces más relajada”. Y yo pensando “No, lo que me pone nerviosa es la Cope con solo un café en el cuerpo”.

Una mañana, después de mi charla matutina con el gorrilla que se sabe mi nombre pero prefiere llamarme amiga, porque le parece más cercano, y en la que siempre me pregunta “¿Amiga hoy hay examen?” y yo le digo que aún no, llega el profe y me dice que me va llevar a un sitio especial. Sé que no tiene intenciones sexuales porque en la radio sigue Jiménez Losantos. El sitio especial eran los montes de Málaga, para practicar las curvas, y porque creo que no sabe qué es lo que le divierte más; si la cara de los alumnos cuando ve a un ciclista en aquellas curvas o la de los ciclistas cuando ven el coche de la autoescuela. De pronto se escucha un ruido, el coche se queda clavado y no quiere andar. Nos cambiamos de asiento y no consigue arrancarlo. Se sale del coche, levanta el capó, vuelve a entrar y me dice: “A ver cómo le explico al de la grúa dónde estamos”. Y continúa diciendo “Esto tiene que ir al taller, así que te llamaré cuando podamos retomar las clases”. Debió cambiarme la cara porque en ese mismo instante quitó la emisora que tanto le gustaba y puso “Soldadito marinero”. Debe ser que Fito amansa a algunos después de la Cope, como la música amansa a las fieras.

Después de un largo tiempo esperando la vuelta del coche del taller, el verano ya se había acabado y después de varios intentos suspendiendo, entre mis buenos amigos corre el rumor de que no me aprobarían hasta que pagase por completo la avería del coche. Aquella mañana el gorrilla me dice “Hoy es el dia amiga”. Era diciembre y, en plena Costa del Sol, el sol había decidido no salir y llovía como yo jamás he visto llover en Malaga. Me tengo que examinar y llevo el coche cargado de compañeras. Antes de comenzar mi examen el profe le aclara al examinador que yo suelo equivocarme entre la izquierda y la derecha, yo más bien diría que tengo dos izquierdas, pero está de mi parte porque me quita la radio y pone Fito. Os preguntaréis si es lo único que escucha el profe. La respuesta es no. También escuchábamos a la Jurado. Así que hoy me sé memoria alguna de sus canciones. Pero volvamos al examen, llovía intensamente, íbamos por una rotonda, era la segunda vuelta porque me equivoqué de dirección (pero tranquilos, que por eso no suspenden), una mujer invadió completamente mi carril para cruzar la rotonda y todos los pasajeros del coche chillaron al unísono. Y yo que vi la cara del profesor de “nos la pegamos”, le grité a él “¡Tranquilo, es mío!” para que no tocase el freno. Salí de la rotonda tan tranquila, como si llevara toda la semana sin escuchar la Cope y hubiera estado yendo a clases de respiración. En ese instante le sonó el teléfono al examinador para comunicarle que quedaban suspendidos los exámenes debido a la lluvia. Yo que continuaba al volante le dije al examinador “Ahora es tarde, señora”, el carnet ya es mío. Y el examinador me pidió que le cediera el asiento a mi profesor. Ya tenía el carnet, estaba aprobada.

Esta entrada va dedicada a Fito, que me encanta desde entonces.

lunes, 8 de junio de 2015

Redes sociales

Ya os dije que la tecnología la inventó el diablo; gracias a la tecnología podemos disfrutar o sufrir las redes sociales. Desde la llegada de las redes sociales muchas cosas ya no son como antes. Lo primero que ha cambiado, como no puede ser de otra forma, son los amigos. Antes una tenía amigos y conocidos. En Facebook la cosa es mucho más complicada, porque tenemos los amigos, los conocidos, los amigos solo en la red (que pueden pertenecer al grupo de conocidos fuera de la  red) y aquellas otras personas a las que no conoces, no son tus amigos en Facebook, pero con la que quizá tienes varios amigos en común o sale en todas las fotos con algún amigo tuyo, lo que hace que puedas reconocerlo si te lo encuentras en la calle, aunque no lo conozcas.


Pero la categoría que más me gusta es la de conocidos fuera de la red y que se quedan siempre pendientes de que tú aceptes la solicitud de amistad, pero te permite cotillear sus perfiles de vez en cuando, que hasta la llegada de la redes sociales no lo sabíamos, pero va muy bien para matar el tiempo. Este grupo de personas creen que apenas usas Facebook. ¿No lo habéis entendido? ¿Necesitáis un esquema? No me extraña. Pero vuelve a leerlo y no me culpes a mí, sino a esos usuarios de Facebook que agregan a todo el mundo a sus redes sociales sin criba ninguna, que son también los culpables de que esas chorradas que tanto te cansan se conviertan en virales. Y no estoy muy segura, pero creo que son los mismos que te enviaban las cadenas de correos electrónicos.


Imaginaos por un segundo que la vida real fuese como Facebook , cuando conoces a alguien. Antes de darle dos besos tienes que enviarle una solicitud de amistad y esperar un poco para ver si la acepta, él antes de aceptarte podría hacerte alguna pregunta como: ¿Cuál es tu ciudad natal?¿Dónde y qué has estudiado? ¿Cuál es tu edad? ¿A qué te dedicas? Echar un vistazo a tus amigos y ver qué aspecto tienes en la playa o cuando sales de fiesta. Pero es posible que nunca te acepte. Y eso en Facebook, pero es aún peor en otras redes sociales. Una persona que no te conoce demasiado comienza a seguirte y a ti lejos de asustarte te gusta la idea y le sigues a él.


Pero tengo que detenerme en los juegos de Facebook, esto sí que es obra del diablo, con la única intención de que odiemos a nuestros seres queridos en algún segundo del día. Cuando estás centrado en algo, te suena el móvil, ves una notificación de face y piensas: ¿Habrán subido las fotos de la comida entre amigos del domingo? Ya que me cansé de posar tanto… Pero vas, lo miras y... ¡Es una invitación al Candy! Que no te sube el azúcar, pero se te hace más pesado que una piruleta gigante.


Las fotos también dividen a los usuarios en varios grupos. Tenemos a los que se aman mucho desde la llegada de Facebook, y suben diariamente fotos de sí mismos. Para esta clase de personas hay dos posibles soluciones, tener un palo de selfie o limpiar muy bien el espejo del baño, esto es lo que yo llamo la chica o el chico photocall. Luego están los que aman su vida y quieren demostrar  que es mucho más divertida que la de los demás. Ponen en Facebook todo lo que hacen, donde están, a dónde irán. A ese grupo de personas los llamo los comerciales porque son unos vende humos. Por mucho que me lo vendan como un planazo, la peli con palomitas sigue siendo exactamente igual de divertido que cuando alquilabas la peli en el videoclub, en lo único que ha mejorado es que no hay que quitarse el pijama para bajar a por ella y que, por supuesto, antes te la subías y ahora te la bajas. También está el grupo de los huérfanos. Llamo así a todos aquellos que suben constantemente fotos de comida, porque me pregunto: ¿No tienen madre que les dijera eso de “no llenes el ojo antes que el buche”? No comen nada que no dé bien en cámara. Aunque a esto ayuda mucho Instagram. Aunque esta red social es cruel porque te obliga a elegir entre poner filtro o recortar a tus amigos de la foto para que todas queden cuadradas. Pero no es la única red cruel, también existe Twitter que tiene un número determinado de caracteres para que no puedas escribir todo lo que te dé la gana. Twitter es una mezcla de los SMS de antaño en los que nos empeñábamos en escribir la Biblia en un solo mensaje y un tablón de anuncios en el que tienes que encontrar tu huequecito para poner lo que te interesa.


 Juergen Appelo en Flickr

Pero volvamos a Facebook, porque allí podemos encontrar a los que yo llamo escritores frustrados, y no lo digo porque sean buenos escritores necesariamente, pero les encanta escribir estados larguísimos en los que expresan sus sentimientos, en la mayoría de los casos sin la situación que les trajo a este sentimiento. Y todos le ponen mensajes de ánimo o felicitación sin saber muy bien por qué. Sí, ya sé lo que estáis pensando, que en este grupo debería incluirme yo, que para eso escribo este blog. Pero a ver si todos los demás sois capaces de encuadrarlos en los grupos mencionados.


Pero no quiero que se me olvide el grupo que más admiro de Facebook, son los que yo llamo espías o infiltrados, pero podría llamarse también el amigo fantasma o invisible. No os confundáis, no tiene nada que ver con que os haga regalos porque le salió tu nombre en un papelito. Son aquellos amigos que parece que no están, no suben fotos, no comparten casi nada, no comentan nada... Es posible que olvides que los tienes, hasta que un día inesperado le dan un simple “me gusta” a algo que tú compartiste. Siempre creemos que estos amigos casi no usan Facebook. Pero me pregunto si no es así. Puede que utilicen Facebook con la misma frecuencia que tú, lo único que ocurre es que ellos no sucubieron a la tentación y se ríen del diablo. De ahí mi admiración por ellos.


Como no puede ser de otra forma, esta entrada se la dedico a ellos. Y aprovecho para pedir que si están ahí y están leyendo esto, compartan, comenten, y si solo quieren pecar un poquito le den a “me gusta”. Pero que ya sabéis que no es cosa mía, sino del diablo.


Facebook es cosa del diablo, por eso le puso cosas muy buenas para que cayéramos en la tentación: el día de nuestro cumple la gente nos quiere y lo grita a los cuatro vientos y te permite mantener cierto contacto con esa gente que apreciamos sinceramente pero que la vida se empeña en separar de nosotros. Esta entrada va también dirigida a ellos.

jueves, 5 de marzo de 2015

Cuando seas padre comerás huevos

Sí, ha llegado el momento de hablar de esas cosas que crees de pequeño, pero que cuando llegas a la edad adulta, descubres que no son exactamente así.


Empecemos por una cosa tan simple como los sabores, cuando eres pequeño crees que el tabaco tiene buen sabor, sino por qué fumar, y la cerveza y el café, que si te han dejado probar, está muy malo. Luego descubres que el tabaco no tiene buen sabor pero te acostumbras, el café te hace arrancar y lo mejor de la cerveza es la compañía, y no me refiero a la tapa. Y te preguntas a quién le gustará La Casera y el 7 Up solo, estando la Coca- Cola mucho más buena. Más tarde descubres que el tinto peleón está muy malo sin Casera y el 7 Up mezcla muy bien con otras bebidas que seguramente solas no serías capaz de beber.


El café te ayuda a superar esa otra verdad, que descubres ya de adulto. Te ayuda a arrancar cada mañana cuando ya sabes que ir al colegio no es mucho más aburrido que ir a trabajar y también has dejado de creer que querrás a tu jefe como quieres a tu profe o a tu seño. ¿Os acordáis el poder de convicción que tenía esta frase que nos decía la seño "si no te portas bien ya no seré tu amiga"? Sí, es que yo soy de la generación en la que se les daba a los profes el respeto que merecen.


Hablando de amigos, cuando eres pequeño crees que tus amigos del cole lo serán para toda la vida y que ni un trozo de plastilina podrá separarnos. Más tarde descubres que puedes considerarte afortunado si a los 30 tienes su número de teléfono en tu agenda, más aún si eres de las primeras personas en comprarle plastilina a sus hijos. Aunque solo sea a uno de ellos.


Cuando eres pequeño crees que cuando tus padres te mandan a la cama y continúan viendo la tele, ellos se quedan viendo una cosa muy divertida que tú quieres ver, cuando lo que ocurre de verdad es que ellos tampoco lo ven porque se quedan dormidos delante de la tele nada más te machas a dormir.


Pero hablemos de la frase estrella, seguro que la recordáis, "cuando seas padre comerás huevos" esa frase que te hacía creer que cuando fueras mayor harías lo que te diera la gana. Cuando en realidad lo que esconden son aquellas cosas que son como son, aunque a un adulto la mayoría de las veces también le cueste explicarse el porqué. Y que lo que tienen es un papelón por delante si se para a explicar.




Y es que cuando eres un niño, crees que con 25 serás muy mayor y te comerás el mundo, creías que siempre te pelearías con tus hermanos. Y que cuando ganases tanto dinero como tu padre te lo gastarías todo en chuches. Y lo que ocurre es que dejas de comprar chuches para comprar plastilina para que jueguen otros y dices que comes huevos cuando comes una confusa tortilla.

Créditos de la foto: Gillermo Darío Roca